Ha llegado el otoño y empiezan a apetecer platos de cuchara y comidas calentitas en todas las mesas. Pero esto no significa que tengamos que estar como esclavos en la cocina, mañana tarde y noche para tener un guiso siempre preparado en la nevera. Las conservas son una opción ideal que siempre podemos tener lista para su consumo, pero para ir un paso más allá, te contamos cómo puedes hacer las tuyas. Hoy te traemos una receta sobre cómo hacer pimientos asados en conserva y de dónde viene esta tradición.

Las conservas de pimientos se pueden hacer de muchas maneras, ya que sirven de guarnición para acompañar casi cualquier plato, si necesitas ideas puedes coger algunas de estas recetas que te contamos aquí. Pero hoy vamos a contarte una alternativa para que te hagas tu propia conserva de pimientos asados, aunque siempre puedes tener en mente la opción riquísima de nuestros pimientos del piquillo en tu nevera, para comparar sabores y ver con qué acompaña mejor cada cosa.

Cómo hacer pimientos asados en conserva

Lo primero que vamos a necesitar para hacer esto son los pimientos, y dependiendo de cómo nos guste tenerlos embotados, necesitaremos más o menos ingredientes de aderezo. Nosotros recomendamos asarlos exclusivamente con aceite de oliva virgen extra, que si es un buen aceite el que utilizas para la conserva, ya tienes mucho terreno ganado, y salpimentar al gusto.

Cualquier condimento que quieras añadir a los pimientos podrás hacerlo en el momento en el que los vayas a consumir, y de esta manera tendrás lista una guarnición para cualquier plato, de una forma neutra en la que se adaptará a todos los sabores.

La preparación previa de los pimientos asados en conserva

Lo primero que debemos hacer es preparar los pimientos para asarlos. Los podemos asar en un horno normal, en una barbacoa o en un horno de leña. Pero hay que permanecer atentos para que no se nos quemen. Si los cubrimos con papel albal, evitaremos que se quemen demasiado. En este caso es mas recomendable asarlos en un horno para poder recoger el jugo que sueltan y utilizarlo para conservarlos en su propio jugo.

Precalentaremos el horno hasta que alcance los 250ºC y meteremos los pimientos, colocados por separado en una bandeja cubierta de papel albal, cuando esté bien caliente.

Cuando hayan pasado 30 minutos, sacamos los pimientos y los dejamos reposar hasta que se enfríen un poco. Tienen que estar todavía jugosos para que sean manejables, pero a una temperatura a la que se puedan manipular. Quitamos la piel con cuidado, los limpiamos por dentro, quitamos las pepitas y el tronco interior y los troceamos en tiras.

Envasar o embotar al vacío los pimientos

Una vez hecho esto debemos escoger tarros que hayamos esterilizado previamente (basta con hervirlos al baño maría), y empezar a rellenarlos con los trozos de pimientos sin que queden huecos entre ellos. Cuando hayamos llenado el tarro, echamos el jugo que ha soltado el pimiento y un chorro de aceite de oliva para conservarlo mejor. Ponemos los tarros bocabajo y los hervimos al baño maría durante 20 minutos.

Esto se hace para que hagan vacío y se conserven en buen estado durante más tiempo, para lograr un resultado perfecto el agua debe cubrir los tarros al completo antes de empezar a hervir. Una vez fríos ya tenemos nuestros pimientos en conserva y aguantaran hasta 6 meses en perfecto estado sin ningún problema.

De dónde viene la tradición de hacer pimientos asados en conserva

Esta tradición se conoce típicamente como una receta mallorquina, pero hay muchos pueblos españoles que realizan esta costumbre con la llegada del otoño para preservar esta hortaliza durante más tiempo. Pues, bien acompañados de un buen aceite de oliva virgen extra como los que podemos tener en nuestra tienda online en La Latilla puedes tener siempre un as en la manga y convertir cualquier ingrediente en un plato completo y de muy buen gusto.

Contacta con nosotros si quieres conocer más ideas sobre las conservas con las que puedes acompañar tus platos y no te pierdas las novedades de la tienda.